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El Rosario De La Aurora

("El Rosario de la Aurora" - José García Ramos) 
"Los orígenes del Rosario en Sevilla hay que vincularlos en principio a los conventos de la Orden de Predicadores (dominicos) donde desde 1479 se instituyen formalmente las denominadas Cofradías del Rosario, corporaciones dependientes de la Orden dedicadas al ejercicio de esta oración y culto a la Virgen, establecidas en las iglesias de los cenobios dominicanos o bien, en la parroquia mayor de cada ciudad o pueblo e incluso templos pertenecientes a otras congregaciones religiosas, siempre con licencia expresa de la jerarquía de la Orden de Predicadores. En este año, el Papa Sixto IV confirmó las constituciones de la primera Cofradía de la que se tiene noticia, que es la de Colonia. , aunque normalmente se remonta su origen a 1470 en que el carismático dominico Alain de la Roche fundó una por iniciativa propia en Douai. Existe, al parecer, junto a esta corriente extranjera, otra propiamente española coetánea protagonizada por el padre Juan Agustín. Todo parece indicar que en el real convento de San Pablo se funda una de estas cofradías en fecha muy temprana, 1481, siendo Prior Fray Alonso de Ojeda, aunque la documentación propia más antigua que se conserva es de finales del siglo XVI"  (Historia de la Devoción - El Rosario en Sevilla)
 
A comienzos del siglo XVII el rosario pasa a formar parte importante en los rezos de la vida cotidiana del católico. Se solía rezar generalmente por las tardes, reuniéndose los parroquianos en la casa de alguno de ellos donde realizaban el rezo, desgranando los misterios entre Padres Nuestros y Ave Marías, precedidas por la Letanía.
Según nos cuenta Benito Mas y Prat, "El Rosario de la Aurora comienza en los tiempos de Carlos II, se desarrolla en los de Felipe V, pasa inadvertido en los de Carlos III y llega a su apogeo en los de Carlos V. Las intrigas de Godoy, las filigranas de Jovellanos, los caprichos de Goya y los sainetes de Ramón de la Cruz, son su natural adorno y complemento.”

Y entre los Rosarios de la Aurora que se celebraban en casi todas las ciudades importantes de España, desde el siglo XVIII, era popular el de Sevilla, cuya institución quedó consignada en el muro de la capilla de Gradas, en la Catedral, con la siguiente leyenda: “ Para Maior Honra y Gloria de Dios nuestro Señor é de María Santísima de la Antigua, dieron principio a salir en público los dos Rosarios, el de la prima noche y el de Madrugada (de la Aurora), en el año 1690; el de primera noche en 27 de Agosto; el de Madrugada a 7 de Diciembre, siendo los fundores d. Bernardo Liberal, D. Sebastián Santa María y D.Manuel Liberal…”
("Organización del Rosario de la Aurora" - José Rico Cejudo - Propiedad del Ayuntamiento de Sevilla)

Se organizó el Rosario en ese mismo sitio, esto es, en las cercanías del muro exterior de la capilla, dividiéndose los devotos en dos filas compactas, abriendo la marcha las farolas de mano y siguiendo inmediatamente las de asta y las farolas luceros: a la cabeza se erguía la Cruz de concha y plata, regalo de la hermandad en 1338, del prelado hispalense D. Luis de Salcedo y Azcona; solían marchar a la descubierta los campanilleros y los demandantes del Pecado mortal; cerraba, en fin, el largo cortejo un estandarte con la imagen de la Virgen María, rodeado de un bosque de farolas colosales.
Estos cortejos callejeros hacían procesión por las calles, alternando los rezos con cantos y coplas que realizaban los devotos, entonandose el Ave María a dos voces, e interpretando un coro cada misterio con sevillanas de letras alusivas al tema.

Hombres y mujeres salían de sus casas a la llamada de los conocidos como “Auroros”, una cuadrilla de hombres devotos que iban de calle en calle, de casa en casa, invitando a los vecinos a abandonar el lecho e incorporarse a la procesión. Comenzaban estas llamadas sobre la media noche, con cánticos y campanas.

Los cortejos crearon un tipo de coplas muy características, acompañados del sonido de una esquila que creaba el compás. Tras éste, el coro creaba los estribillos. 

"El demonio te dice al oído:
Deja hoy el Rosario, que mañana irás.
No te engañes, levántate aprisa,
que acaso mañana la muerte vendrá.
Feliz vivirás;
si el Rosario no dejas un día
la Virgen María tu amparo será"

"Al Rosario de la Aurora llaman;
dices que estás malo y no quieres ir.
Pues si fuera para divertirte,
ya te levantaras, cristiano ruin!
Mira más por ti
porque pronto llegará la muerte
y duro juicio tendrás que sufrir"

"Hay algunos que en una comedia
pasan media noche, perdiendo el dormir
y al Rosario de esta gran Señora
tienen tal pereza y no quieren ir.
iCuanto han de sufrir!
Que en llegando aquel último instante,
¿a qué comediante podrán acudir?".

 (Coplas para cantar los Despertadores de las mañanas para rezar El Rosario de la Aurora - Siglo XVIII)

Acabar como el Rosario de la Aurora.
En una de estas procesiones del Rosario de la Aurora, llegó a producirse un hecho que haría inmortal la frase “Acabar como el Rosario de la Aurora”. Aunque existen varias versiones de este mismo hecho, todas tienen el mismo denominador común: la trifulca que se armó entre dos grupos de congregaciones, según una de las versiones, o por procesionantes y camorrista según la otra, llegándose incluso a la prohibición de las procesiones:

("El Rosario de la Aurora" - Grabado de José García Ramos para La Ilustración Española y Americana - 1894)

Una de las versiones
Dos congragaciones se encontraron por casualidad en las calles de Sevilla: la de Nuestra Señora de la Antigua y la de Santo Domingo, o San Andrés, o San Nicolás de Bari: cada congregación se abrogaba el derecho de que la otra retrocediera o se replegara, dejándole el paso libre: “chocaban al cabo cuerpos contra cuerpos y faroles contra faroles; encontrábanse desesperadamente las campanillas y los piporros; saltaban los vidrios, apagábanse las hachas de cera, plegábanse los pendones, y se dejaban oir fuera de tono voces de tiples y de sochantres…Alguien solía cantar el treto siguiente:

“El demonio como es tan travieso,
Me tiró una piedra y se rompió un farol,
Y salieron los frailes franciscanos
Y lo apelotaron en el callejón".


Otra versión
(En 1840 se producen graves desórdenes en el Rosario del convento de San Jacinto, debido a que se cruzan con la procesión bandas de camorristas (propias de la noche), formándose una pelea entre ambos, y el propio Ayuntamiento solicita a la Mitra la prohibición inmediata de todos los Rosarios que salen en Triana por los incidentes que preocupaban, entre ellos, el uso amenazante de navajas, peleas continuas o expresiones deshonestas expresadas en alta voz, con la particularidad complementaria de la presencia frecuente de jóvenes de corta edad, a los que se convencía llevasen las insignias. La Hermandad asume los hechos, pero hace firme prometimiento de no reincidir, afirmando que ha renovado totalmente su junta de gobierno, depurando antiguas responsabilidades y asegurando el orden de los rosarios que a partir de ahora salgan. El Arzobispado, tras nueva insistencia del municipio, ordena la supresión del Rosario.) (Historia de la Devoción-El Rosario en Sevilla) 
Existen también en otros puntos de Andalucía, especialmente en la povincia de Cádiz, versiones similares de este mismo hecho, lo que da pie a pensar que tal vez fuera frecuente este tipo de incidentes en cualquier lugar, o que tal vez tan solo sea leyenda popular.
En la ciudad de Sevilla se ha perdido en gran medida la memoria de las coplas que se cantaban, no ocurriendo lo mismo con otras localidades de la provincia.

Las cuentas del Rosario
Son escaleras
Para subir al cielo
Las almas buenas.
Viva María
Viva el Rosario
Viva Santo Domingo
Que lo ha fundado.

En la actualidad, los Rosarios públicos se circunscriben a las mañanas de las vísperas de las fiestas principales de hermandades, haciendo estación a alguna iglesia de la feligresía, siendo corriente ser acompañados por la imagen titular, y durante algunos días del mes de Octubre.

Fuentes de Datos:
* El Rosario de la Aurora en Sevilla
* Hemeroteca Virtual de la Biblioteca Nacional
* La Ilustración Española y Americana
Imágenes:
*Internet
*La Ilustración Española y Americana


10 comentarios:

  1. No podia faltar una entrada dedicada a esta costumbre tan bonita y de su tiempo,sin duda Ramos interpreta el famoso encuentro con todo su arte!

    Abrazos!

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  2. Es muy posible que la suspensión en Sevilla y en otras ciudades de estas celebraciones, se debiera, sin duda, a la rivalidad entre cofradías y hermandades, que llegarían a provocar tremendos altercados entre ellos.
    Hace pocos años, en la década de los 90, la proliferación de nuevas cofradías en la Semana Santa de León, y la coincidencia de horarios y recorridos, dio lugar a enfrentamientos, no en la calle pero sí en los despachos y medios de comunicación, originando un verdadero problema. Asunto que tuvo que resolver con el tiempo el propio obispo de la ciudad.
    Estupenda y curiosa entrada. No conocía esa tradición.
    Saludos.

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  3. Con tu post me he aclarado lo que era el rosario de la Aurora, pues siempre había oído hablar pero no tenia ninguna idea clara.
    Las bonitas costumbres que se pierden con el tiempo, yo recuerdo que muchas veces rezábamos el rosario en familia, que buenos tiempos.
    Un fuerte abrazo

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  4. América, en verdad que era una costumbre muy bonita. Yo recuerdo que cuando era muy pequeña, mi madre nos llamaba poco después de la madrugaba a mi hermana y a mí para que vieramos pasar por la calle El Rosario de la Aurora, desde la ventana. Era algo que impresionaba mucho.

    Un abrazo

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  5. Fonsado, creo que tienes toda la razón. Incluso al día de hoy, en las cofradías de Semana Santa suele suceder.

    Un abrazo

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  6. Mari-Pi-R, mi abuela también sentaba cada tarde a rezar el rosario y nos invitába a rezarlo con ella, ya anochecido. Y recuerdo que en el colegio era algo obligado en las tardes mientras realizabamos labores de costura.

    Un abrazo

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  7. Vaya, ahora me entero del significado de la frase "acabar como el rosario de la aurora".
    Y mi admirado García Ramos ilustrando el hecho.

    Me encanta pasear de vez en cuando por tu blog.

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  8. Me encante leer estas cosas, tienes que escribir un libro con ellas.

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  9. Narán, coincido contigo en la admiración por García Ramos. Es uno de mis preferidos.

    Ya ves, "acabar como el Rosario de la Aurota" no tine un significado nada religioso.

    Un abrazo

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  10. Rafa, que más quisiera yo que poder hacerlo...

    Es un placer que te guste este blog.

    Besos

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