En los primeros años de 1960, la mayoría de los ciudadanos de a pie carecían de lo básicamente imprescindible para sobrevivir; era una España en la que se premiaba y ensalzaba a las familias numerosas (había que procrear hijos para la gloria de España), y a los trabajadores que se esforzaban durante diez o doce horas por un jornal que no cubría las necesidades mínimas, una España en la que la mayoría de esa mayoría de ciudadanos vivían inmerso en la miseria y necesidad, conformándose con su surte. En aquella España se nos hizo ver y creer que esa miseria y necesidad era una virtud y se premiaba y santificaba como algo heroico.
(Joaquín Peláez, el primer niño que intervino en el programa "Todo Para Los chicos")
A principios del mes de mayo de 1962, nació un programa radiofónico “Todo para los chicos”, emitido por la cadena Ser en el cual se fraguaría la idea, en 1963 la idea de lo que posteriormente se llamaría “Operación Plus Ultra”, promovido por la radio de la cadena Ser, la Confederación Española de Cajas de Ahorro, e Iberia, una mezcla de programa de radio, certamen o concurso, en el que cada año eran elegidos dieciséis niños de distintas edades y procedentes de varios países, cada uno de ellos protagonista de algún hecho heróico, la mayor de las veces acaecido en el anonimato, aún a pesar de su corta edad y que les era premiado, agasajado y homenajeado públicamente. Estos niños premiados eran paseados por toda la geografía española a bordo de los aviones de Iberia, compañía aérea asociada a la idea puesta en marcha.
Eran los maestros, sacerdotes y entidades infantiles los que se encargaban de elaborar un informe sobre tal o cual niño de los que tenían constancia tenían, o habían tenido comportamientos brillantes y ejemplares en favor o ayuda hacia los demás. En dicho informe se resaltaban los valores humanos y cualidades personales de dichos niños. Estos informes eran estudiados por parte de un jurado y posteriormente tras deliberación, escogidos los dieciséis infantes que más destacaban por su ejemplaridad.
Las hazañas de estos niños, aunque todas tenían el mismo denominador común, el sacrificio personal para ayudar a los demás, eran muy distintas entre sí según los casos, como el de Berta Isabel Cuadrado, elegida en 1970, una niña huérfana de padre y cuya madre trabajaba como asistenta. Berta se dedicaba a cuidar de la casa, de un abuelo con 82 años y un tío inválido, o de Miguel Ángel Jerez (Miguelito), de trece años de edad, huérfano de madre que cuidaba de su padre, invidente, de su hermano Felipe, inválido de las dos piernas y de un hermano menor Pedrito.
(Miguelito en las tareas cotidianas para ayudar a sus familiares)
Otro de los casos fue el de la niña leonesa Rosa María Martínez, premiada en el año 1975 por cuidar cada día a una niña con síndrome de Down.(Rosa María Martinez con su equipaje de Iberia)
Estos hechos les otorgaban a los niños los beneficios de un viaje por España y Europa, en donde se daban a conocer su vida y obras, eran recibidos en audiencia por Franco, y también por el Papa, se les otorgaban becas y regalos, se les agasajaba. (Los niños son recibidos en el Aeropuerto)
Se les hacía homenaje público y salían en el NODO, noticiero español que se proyectaba obligatoriamente en las salas de cine inmediatamente antes de la película.(Los Niños de la "Operación Plus Ultra" en audiencia con Franco)
La prensa también se hacía eco de sus hazañas y los seguía en sus viajes.(Los pequeños héroes del año 1963)
(Recorte de Prensa)
Todos los niños de la época soñaban con convertirse en un pequeño héroe reconocido por el mundo, aunque no todos llegaron a conseguirlo, a pesar de que más de uno rezaba cada noche para encontrar en su vida un alma necesitada a la que ayudar.
El programa duró desde 1963 hasta principio de los años 80.
Imágenes: *Hemeroteca ABC