Reyes Magos, Magia De Oriente

miércoles



A la fiesta del día de año nuevo le sigue la Pascua de Reyes, o sea, la Epifanía del Señor.
Para los niños pocas fiestas del año son tan interesantes como esta Pascua.
Una vez pasadas las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, las madres comenzaban a contar a sus hijos como en un cuento, la próxima llegada de los Reyes Magos, instándolos a que escribieran la consabida carta con todas esas peticiones, pocas de las cuales les serían concedidas.


(Cartas de 1956 y 1950 respectivamente)
Sentados junto a ella al calor de la lumbre, bien de una próspera chimenea de leña, bien ante un mísero brasero de cisco-carbón, narraba que allá del Lejano Oriente llegaban montados en lanudos camellos, cargados de oro en polvo, incienso y mirra para perfumar el humilde establo donde había nacido el Niño Dios. Los Tres Reyes Magos venían también cargados de juguetes para todos los niños.
Contaban las madres que iban de balcón en balcón y de ventana en ventana de las casas donde hay niños, dejando en ella dulces y juguetes para los buenos y los que son dóciles y obedientes a sus padres, y paja, carbón u otras cosas tan insignificantes como éstas para los que son malos, y habían sido desobedientes y traviesos.

(Publicidad Reyes Magos 1906)
Esos días previos a la llegada de los Magos, los niños esperaban con impaciencia la Noche Mágica, presas de un nerviosismo que a duras penas podían serenar sus padres.
Las doce de la noche era la hora misteriosa en la que llegaban los Reyes. A esa hora todos los niños debían ya encontrarse en sus camas o catres, dormidos o fingiendo estarlo. Los Reyes Magos no debían encontrar a ningún niño despierto.

(Hojas de revista 1916 )
Ayer, al igual que hoy, las caritas de los niños lucían esos días cargadas de gozo y de ilusión.
En la mayoría de los lugares, entre las gentes sencillas del pueblo existía la costumbre de ir a esperar a los Reyes Magos, para disfrutar de su cortejo, los cuales, subidos en altos camellos y acompañados de numerosa cohorte de servidores, iban dejando a todo al que salía a recibirle ricos presentes.

(La víspera de Reyes Magos - Dibujo de Cecilio Pla - 1906)
Para recibir a los ilustres huéspedes se reunían diversas comparsas, y unos llevan hachas de viento; otros, cencerros y campanillas. Desde las primeras horas de la noche corren por las calles y plazas como alma que lleva el demonio, ensordeciendo al vecindario con el gran estrépito que producían, además de con los ya citado, con latas, piedras y pitos. Algunos, cargados con escaleras para subir a los árboles.

(Esperando a los Reyes con latas y pitos)
Pero nada es comparable al gozo experimentado por padres e hijos en las primeras horas de la noche del día consabido.
Cuando llega la hora de irse a la cama, y ya cada cual en su casa, se procedía con esmero a dejar los zapatitos y canastos en las ventanas o balcones para que les fueran llenados por los Magos de dulces y golosinas, y hacían espacio para ese caballito de cartón, o ese sable, o el ejército de soldaditos de plomo. 

(Muñecos de 1934)
Las niñas esperaban ansiosas la muñeca que llora cuando se acuesta y cierra los ojitos y la mayor de las ilusiones era que tuviera pelito de verdad para poder peinarla.

(1926)
El sueño, tan pronto, de ordinario, a cerrar los párpados de los niños que duermen en una cuna, cama o catre, o en el regazo de sus madres, esa noche brilla por su ausencia.
Los niños menos niños, que ya han adquirido más picardía, quieren asomarse al balcón para verlos pasar, porque han oído decir, no recuerdan quién, si a la vecina o al hermano mayor, que eso de que los Reyes Magos vienen a traerles los regalos no es verdad, que no son los reyes, sino papá y mamá quienes ponen los juguetes y los dulces en los zapatitos y canastos y ellos los que ponen los juguetes en las ventanas y balcones. Pero sus madres les disuaden de tal propósito, queriendo que la inocencia no se vaya todavía del corazón infantil, y se ponen de parte de aquellos otros que creen a puño cerrado en la existencia de los Reyes Magos que todos los años vienen y van.
El sueño triunfa de la malicia y de la curiosidad. Los niños duermen y sueñan. Las madres entonces se levantan y andando de puntillas sacan de la cómoda o de la alacena dulces y juguetes, que coloca en los zapatitos o en el balcón o ventana, siendo así la madre y el padre el verdadero Rey Mago, o la maga benéfica que teje los hijos de la tela con la que se vestirá su hijo.


El despertar del día 6 de Enero llega colmado de regalos incluso para los más humildes.

(1906)

(Portada revista 1915)
El gozo de los padres es igual al de los niños. Juntos disfrutan de los regalos dejados por los Magos.

(La Venida de los Reyes Magos - Manuel Picolo -1892)

(Madre e hija con muñecas - principios siglo XX)
La Cabalgata de Reyes Magos era y es todo un acontecimiento de la que los principales protagonista son los niños.
Después de la Cabalgata, sus Majestades acudían al Ateneo o Teatros para repartir juguetes entre los niños más necesitados.

(Reyes Magos Sevilla 1927)
También visitaban a los niños enfermos en el hospital para dejarles sus presentes.

(1927)
En épocas más recientes, los días previos a la llegada de los Magos niños y mayores salían a recorrer las calles de la ciudad a ver escaparates de juguetes. Ni que decir tiene que cada uno los quería todos para sí.
Tampoco podía faltar la consabida fotografía con el Paje o los Reyes al entregar la carta.

(Imagen años 60)
En 1962 el Paje de chocolates El Gorriaga lanzaba sus aventuras a través de sus trabletas de chocolate.

Con el avance del tiempo y de la tecnología, los antiguos juguetes de madera y hojalata se cambiaron por otros más sofisticados.
Así, la muñeca Mariquita Pérez fue sustitída por Nancy o Barbie, el Tren de Madera por el Excalextric, los Soldaditos de Plomo por los Ariganboys.

(Mariquita Perez- Años 40)



(Tren de Hojalata)


pero todos traían consigo el mismo mensaje: "Que no se pierda la ilusión de los niños."


Fuente de Datos:
*Parte del texto extraído del libro "Costumbres Populares Andaluzas" - Luis Montoto.


Imágenes:
*Hemeroteca ABC
*La Ilustración Artística
*Todocolección.net

8 soñadores han probado este sabor:

América dijo...

Querida ni la ilusión ni la tradición ,excelente semblanza no se puede pedir más!

Un abrazo y feliz día de Reyes!

Sabor Añejo dijo...

Lo mismo deseo para ti, Guapa.

Un abrazo

Mª de los Angeles dijo...

!Feliz Año 2010!Ya sabes me gustan todas tus entradas, en esta he echado de menos no mencionaras a las Peponas y Pepones, de final años 30 y principios de los 40, anterior a la Mariquita Perez, que era para las niñas de padres "pudientes", mientras las Peponas de carton piedra con variedad de vestidos y colorete, el pelo no se podia peinar, era igualmente de carton, pero eran muy resultonas de distintos tamaños y tenian su aceptación. Cuando una niña era guapa y saludable con buenos colres en los cachetes, se le decia que parecia una Pepona.Como eres muy joven no las habras conocido... Un besito

alternativa dijo...

Estuve revisando tus blogs y como dicen los más jóvenes; me tienes flipá

Cada uno de ellos es una obra de arte, desde los cuidadísimos diseños hasta los densos contenidos llenos de impecables detalles. No sé como lo haces, ni de donde sacas el tiempo. Pero lo que si tengo claro es que todos ellos merecerían ser editados.

Y si algún dia los editas..avisame, que aqui tendrás a una fiel compradora de ellos.

Besos

fonsado dijo...

Había olvidado que en los años 60 era costumbre, en los días previos a Reyes y acompañado por tus padres, realizar una "visita" a los escaparates de las jugueterías (2 ó 3 en la ciudad), para ver si había alguna cosa interesante, y directamente ponerla en la carta.
Por aquellas fechas era la manera de ver las novedades.
Lo cuentas y no te creen ...
Un abrazo.

Sabor Añejo dijo...

Angela, a mí también me tocó la época de los pepones y peponas, pero ya eran de goma, aunque tampoco se podían peinar porque el pelo era también de goma.
De cualquier forma, y viendo las muñecas que ha tenido mi hija (Barbies, Brats...) me quedo con los pepones de mi infancia, nada sofisticados y una puerta abierta a la imaginación.

Besos

Sabor Añejo dijo...

Alternativa, ya te he dijo que me sobravaloras. Ni no misma sé de dónde saco el tiempo... bueno sí, me suelo levantar demasiado temprano y cada momento que el quehacer cotidiano me lo permite, me pongo a ello.

Besos

Sabor Añejo dijo...

Fonsado, lo que hemos disfrutado delante de los escaparates ¿verdad?, y cuanta imaginación nos provocaba lo que había tras el cristal.

Un abrazo

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